Estado de la silla de ruedas tras la riada de Azuara

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⁠El agónico rescate de un hombre en silla de ruedas en Azuara: “Estaba más seguro dentro de su casa”

La localidad de Azuara, en Zaragoza, y sus alrededores han vivido auténticas situaciones de pánico por el desbordamiento del río Cámaras.

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Zaragoza
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Azuara ha pasado una noche agónica por el desbordamiento del río Cámaras. Las tormentas han dejado múltiples daños en las calles, domicilios e infraestructuras del municipio zaragozano, provocando durante unas horas situaciones de pánico entre sus vecinos.

Durante el operativo de rescate en el municipio, hubo una situación que obligó a redoblar todos los esfuerzos, ya que, entre los afectados, había una familia con un hombre tetraplégico. En el momento de la riada, se encontraba en la cama, y su silla de ruedas quedó totalmente inservible.

Su delicado estado de salud obligó a los bomberos a, en lugar de intentar sacarle, buscar la mejor fórmula para mantenerlo seguro en su propio domicilio. “Había bastante agua, pero no corriente. A pesar de lo que pensasen, estaba más seguro dentro de su casa, hasta que garantizáramos una manera de movilizarlo, que sacarlo de malas maneras”, cuenta Florencio Pascual, jefe de Intervención de los bomberos de la Diputación de Zaragoza y uno de los participantes en el operativo.

Una vez que ya fue seguro, horas después, afrontar el rescate, los bomberos procedieron a transportarle a otra casa de un familiar o vecino que se encontraba prácticamente enfrente, en la misma calle, y lo acogieron.

Además, en la misma calle se encontraron también con otra familia atrapada con dos niños pequeños. “Estuvieron en la segunda planta asustados, muy asustados. Les tranquilizamos, les dijimos que no los podíamos rescatar. Era arriesgado sacarlos y mojarlos por el suelo, con riesgo de que se cayesen”, relata Pascual.

Cuando bajó el nivel del agua, los bomberos pudieron poner el camión en la puerta de la vivienda y les llevaron a una zona seca, donde unos familiares les llevaron a otro domicilio.

Así, en estas situaciones donde, explica Pascual, no es factible el rescate, la prioridad es tranquilizarles. “Si es necesario, nos quedamos uno del equipo en el domicilio para que sientan que no están olvidados y que estamos ahí. Les hacemos ver que están más seguros dentro de la casa, por muy malas condiciones que esté, que hacer un rescate rápido sin garantías de seguridad”, incide este bombero de la Diputación de Zaragoza.

En Azuara, los bomberos de la Diputación sacaron con una balsa neumática a cuatro sanitarios que estaban atrapados en el centro de salud: dos en el tejado, uno en la primera planta y otro en la planta baja. Este último tuvo que ser sacado por una ventana rompiendo un cristal en una estancia en la que el agua estuvo cerca de llegar hasta el techo.

En las tareas de rescate han participado un total de 14 bomberos con tres camiones, vehículos todoterreno, tres balsas de rescate y bombas de achique.