
Un par de huevos fritos iStock
Ni mucho aceite ni sartén de teflón: el mejor truco para que los huevos fritos no se peguen
La inteligencia artificial da una respuesta atinadísima para resolver esta cuestión.
Más información: El truco secreto de Dabiz Muñoz para hacer el huevo frito perfecto
Desde la aparición pública de ChatGPT en 2022, el uso de la inteligencia artificial ha ido creciendo hasta convertirse en una herramienta cotidiana para millones de personas.
El lenguaje accesible y la posibilidad de personalizar su comportamiento han sido claves para que se consolide como una tecnología cercana, no solo empleada por profesionales, sino también por usuarios con poca experiencia tecnológica.
Aun así, a pesar de su capacidad para generar respuestas detalladas y con apariencia coherente, es fundamental tener precaución a la hora de confiar en la información que nos ofrezca cualquier chatbot basado en inteligencia artificial.
El truco de la IA para que no se peguen los huevos fritos
La de no saber freír un huevo es una expresión popular que se ha usado siempre para indicar que alguien no es muy avispado. Algo tremendamente injusto, porque freír un huevo es algo que muchas veces acaba en desastre.
Es fácil que el huevo frito se rompa o que se quede pegado a la sartén, especialmente, cuando ésta no es antiadherente y no queremos gastar media botella de aceite. Y con eso hemos puesto a prueba a la inteligencia artificial.
Les hemos preguntado a las versiones gratuitas de ChatGPT y Gemini, dos de las inteligencias artificiales más populares, que cuál es el mejor truco para evitar que los huevos se peguen a una sartén sin antiadherente si no se quiere usar mucho aceite.
Ante esta pregunta, ambos bots dan respuestas similares y coinciden en que el método más eficaz se basa en alcanzar la temperatura adecuada de la sartén para lograr el llamado "efecto Leidenfrost".
Si precalentamos la sartén hasta alcanzar una temperatura suficientemente alta (unos 180 °C) antes de engrasarla, se produce este efecto Leidenfrost, en el que se forma una capa de vapor entre el alimento y la superficie caliente que evita que se pegue.
El procedimiento a seguir, según ChatGPT sería:
- Colocar la sartén seca sobre fuego medio-alto y dejar calentar durante 2 a 3 minutos.
- Verificar la temperatura con una gota de agua, si la gota forma esferas y éstas se deslizan rápidamente como si estuvieran bailando (efecto Leidenfrost), la sartén está lista.
- Engrasar la superficie de la sartén con una pequeña cantidad de aceite.
- Inmediatamente después, romper el huevo y verterlo suavemente en la sartén.
Gemini también nos explica el procedimiento paso a paso con algo más de detalle y dando algunos consejos adicionales que podrían ser útiles para los cocineros menos experimentados.
La inteligencia artificial de Google explica detalladamente cómo debe hacerse la prueba del agua y dice que, para saber si la sartén está a la temperatura perfecta, echemos unas gotas de agua fría y comprobemos lo siguiente:
- Si el agua se evapora al instante, la sartén aún no está lo suficientemente caliente.
- Si las gotas de agua burbujean y se pegan, todavía le falta un poco.
- Si las gotas de agua se deslizan por la sartén, como si fueran de mercurio, ¡este es el momento! La sartén está lista. Esto significa que se ha creado una capa de vapor entre el agua y la superficie, lo que indica que se formará una capa similar con el huevo, evitando que se pegue.
En esta respuesta de Gemini hay un fallo, pues si el agua se evapora al instante, eso indica que la sartén está demasiado caliente, es decir, justo lo contrario, y así se lo hemos hecho saber.

Captura de pantalla de Gemini corrigiendo el fallo en su respuesta inicial.
También indica, con mucho acierto, que debemos dejar que se cocine el huevo sin moverlo durante al menos 30 segundos o hasta que la clara se haya cuajado y se haya formado una costra en el fondo.
Será en ese momento cuando podamos hacer que el huevo se deslice por la sartén sin ninguna dificultad e, incluso, podríamos dejarlo caer sobre un plato sin necesidad de usar una espátula.
¿Nos podemos fiar siempre de los trucos de cocina de la IA?
En este caso, salvo el pequeño error cometido por Gemini, la respuesta ha sido acertada y adecuada. Para profundizar un poco más, hemos preguntado a ambos bots acerca de las fuentes empleadas para obtener las respuestas.
En el caso de ChatGPT, se basa en el conocimiento integrado durante el entrenamiento del modelo (el GPT-4o), que incluye una amplia gama de textos técnicos y divulgativos sobre ciencia de los alimentos, técnicas de cocina profesional y principios de física y química culinaria.
Según explica el bot de OpenAI, los conceptos que sustentan la explicación están bien documentados en libros de referencia sobre la materia como La cocina y los alimentos de Harold McGee o publicaciones de divulgación como Serious Eats.
Para la respuesta de Gemini, el bot de Google ha empleado vídeos de TikTok sobre el efecto Leidenfrost, hilos de Reddit y vídeos de YouTube sobre sartenes de acero inoxidable y artículos escritos en prensa como este publicado por COCINILLAS en El Español hace unas semanas.
Aunque esta vez hemos tenido suerte, debemos ser conscientes de que esto puede no ser así siempre.
Los modelos de lenguaje, como ChatGPT, no poseen comprensión real ni acceso directo a bases de datos verificadas en tiempo real, sino que generan respuestas en función de patrones estadísticos aprendidos a partir de grandes cantidades de texto.
Por eso, pueden ofrecer afirmaciones incorrectas, desactualizadas o imprecisas, pero tan bien explicadas que pueden parecer fiables, lo que se conoce como "alucinaciones" del modelo.
En el caso que nos ocupa, el "coste" del fallo sería un huevo pegado a la sartén y unos segundos de mosqueo, pero en otras situaciones, las consecuencias podrían ser más graves.
El uso de este tipo de herramientas como punto de partida para investigar algo en profundidad es útil, pero nunca se debe prescindir de la revisión crítica ni del juicio experto cuando debamos tomar una decisión basada en los consejos de un chatbot.