El Gobernador del Banco de España en el Congreso de los Diputados.

El Gobernador del Banco de España en el Congreso de los Diputados. Europa Press

Economía

Escrivá justifica su negativa a opinar sobre pensiones y salario mínimo porque en el Banco de España “no somos tertulianos”

Asegura que el director de Economía no ha dimitido por culpa del informe anual: "Me gustaría que se quedase en su sitio".

Más información: El Banco de España recorta tres décimas el PIB para este año hasta el 2,4% y "deja abiertos los peores escenarios".

Publicada
Actualizada

El Gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, tiene muy claro que la entidad no debe opinar ni analizar en su informe anual sobre cuestiones que supongan redistribución de la renta, como las pensiones o el salario mínimo: "Nosotros no somos tertulianos", aseguró este lunes en el Congreso.

El responsable de la institución compareció ante la Comisión de Economía para dar explicaciones sobre el informe económico, tras la polémica dimisión de su director de Economía, Ángel Gavilán, ante las desavenencias sobre su contenido y por no entrar, como ha hecho siempre, en temas críticos sobre la gestión del Gobierno.

Frente a esas "versiones", Escrivá aseguró que Gavilán se va porque quiere "cambiar de ciclo" tras tantos años en el banco. Es más, aseguró que es su amigo y que le gustaría que se quedase en la entidad más tiempo.

Precisamente, el director de Economía presentará el martes su último informe de esta etapa, centrado en la revisión a la baja de las previsiones macroeconómicas debido al impacto de los aranceles.

Sin embargo, el propio Escrivá dedicó una hora y media a adelantar gran parte de los datos en el Congreso, lo que deja poco margen para novedades en la presentación oficial.

El Gobernador impuso dos líneas rojas para las opiniones que salgan del banco: que no traten sobre cuestiones que sean distribución de renta, y en todos aquellos temas en los que la "evidencia empírica que tenga el banco no sea determinante".

Escrivá aseguró que no hay ningún gobernador ni presidente de bancos centrales europeos que hable sobre pensiones, "y si lo hay, me lo dicen ustedes y vengo de nuevo aquí y me retracto", retó a los miembros de la Comisión de Economía.

"Nosotros no podemos entrar en cuestiones sobre ingresos o gastos de un Gobierno" sin tener todos los datos, mantuvo Escrivá, "porque eso supone tomar partido y decir a quien apoyas y a quien no apoyas".

En esa línea de negar la mayor, el Gobernador defendió a capa y espada la llegada al cargo desde la política, al igual que han hecho varios responsables de bancos centrales que están en el BCE.

Tal y como se recordó desde el banco el día que Gavilán anunció su salida, la nueva cúpula tiene muy claro que el informe económico "es propiedad de consejo", y tras pasar por la comisión ejecutiva, se le hacen las correcciones que sean necesarias.

Lo que no se ha podido evitar es la filtración de alguno de los borradores, que ponen en evidencia el tremendo recorte que se llevó el documento al aplicarle las nuevas restricciones que el gobernador ha impuesto, algo que "se está investigando, porque es un delito", aseguró.

Nuevo banco

Más allá de las polémicas y el debate político, José Luis Escrivá ha puesto en marcha una renovación total de la institución, tanto en la gestión interna como en la imagen externa, que convertirán al banco en un museo y un centro de educación financiera en 2030.

En ese contexto se ha decidido hacer más transversal toda la actividad de las direcciones generales, con una nueva plataforma tecnológica que permita compartir espacios y aprovechar unas sinergias que hasta el momento no se pueden ver.

La nueva estrategia ha modificado también la fórmula para buscar nuevos candidatos, como al sustituto de Gavilán en la dirección de Economía, que saldrá de la propuesta que una terna de economistas -que solo responden ante Escrivá- le hagan a finales de esta misma semana.

Mientras, el propio gobernador puso en marcha una comisión que analiza la Ley de Autonomía del banco y su reglamento, para hacer una propuesta al Parlamento y cambiar a un modelo que sea menos 'presidencialista' y esté más acorde con esta nueva etapa de seis años que ahora se abre.

Lo que no va a cambiar es la falta de datos para seguir el volumen de billetes de euro en efectivo que pululan por el mercado. Es algo de lo que se ocupa el BCE, si bien en España están las mayores restricciones y los billetes de 500 euros se han reducido al mínimo. Una cosa está clara, ya no se van a hacer más de esa cantidad; el máximo serán 200 euros.