
El aperitivo en Bar Calders.
El mejor vermú para Eva Longoria se sirve en este bar de Barcelona: una terraza que arrasa con sus bravas a 4 euros
El establecimiento homenajea al escritor Pere Calders, figura ilustre de las letras catalanas que se exilió a México durante la guerra civil española.
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Eva Longoria ha descubierto las maravillas de la hora del vermú en Barcelona. Ha sido gracias al rodaje de su serie documental Eva Longoria: Searching for Spain, donde explora la riqueza gastronómica y cultural de diversas regiones españolas.
La actriz, junto al periodista estadounidense Matt Goulding, degustó un vaso de vermú acompañado de aperitivos tradicionales como embutidos catalanes, berberechos, aceitunas y patatas fritas, experiencia que documentó para los espectadores de su programa.
El lugar escogido para llevar a cabo esta velada fue Bar Calders (C/ Parlament, 25), en el corazón del barrio de San Antoni, un pequeño establecimiento con una de las terrazas más cotizadas de la zona.
La reacción de Longoria fue inmediata: "Es mi tipo de vida", comentó entre risas al comprender el concepto de la hora del vermú. "¡No puedo parar de comer esto!", señaló también tras probar las tapas que acompañaban a la bebida.
Bar Calders, una mirada a la historia de España
El Bar Calders abrió sus puertas en 2011, coincidiendo con el 99 aniversario del nacimiento del escritor catalán Pere Calders, figura fundamental de las letras catalanas que vivió el exilio durante la guerra civil española.
La elección del nombre no fue casualidad, sino el resultado de una reflexión profunda sobre la identidad del establecimiento por parte de sus propietarios, Marc Lamarca y su padre Ramón.
El homenaje al escritor se materializa no sólo en el nombre, sino también en la decoración del local, donde se pueden encontrar libros de Calders, fotografías y hasta una caricatura del autor con sombrero mexicano, que alude a su época de exilio.

El exterior de Bar Calders.
La carta del local refleja una inteligente fusión entre la tradición catalana y las influencias mexicanas, homenaje directo al destierro del escritor a México.
Entre las especialidades de la casa destacan los 'Nachos del Presidente' (en honor al presidente mexicano que acogió a los exiliados españoles), las quesadillas republicanas, el guacamole y las enchiladas verdes.
Esta propuesta mexicana convive armoniosamente con platos catalanes como el hummus con garbanzos del Poble Sec, el bikini de queso y jamón, la ensalada de ventresca con cebolla de Figueres y la ensaladilla rusa casera.
Una de las creaciones más exitosas del establecimiento son las bravas en formato chip con tres salsas, por 4,80 euros, que han llegado a formar parte del circuito tapeístico actual de la Ciudad Condal.
La oferta incluye también una selección de tapas tradicionales como croquetas, anchoas, embutidos y quesos, todo servido con la calidad que ha caracterizado al establecimiento desde su apertura.
El ticket medio del bar oscila entre los 20 y 30 euros, una propuesta de valor que ha sido elogiada por los clientes, especialmente considerando la calidad de los productos y la experiencia ofrecida.
Sin fogones propios, la cocina del Calders logra ejecutar una amplia variedad de platos como empanadillas, curry, pizzas de todo tipo y recetas internacionales que reflejan los viajes de Ramón.
El establecimiento fue elegido como mejor bar de Barcelona por Time Out en 2012, un reconocimiento que consolidó su reputación y contribuyó a su actual popularidad.