
Ismael Sanz, profesor de la Universidad Autónoma y experto en prevención de ahogamientos. Telemadrid
Ismael, experto en prevención de ahogamientos, advierte a las piscinas de Madrid: "El 80% de las muertes son sin socorristas"
Más de 300 piscinas de la Comunidad de Madrid podrían permanecer cerradas durante este verano por la falta de socorristas.
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En plena temporada estival, la Comunidad de Madrid enfrenta una preocupante situación: más de 300 piscinas podrían permanecer cerradas debido a la escasez de socorristas.
Esta problemática pone en riesgo el acceso seguro a zonas de baño reguladas, justo cuando las altas temperaturas incrementan la afluencia a estos espacios.
Ismael Sanz, profesor de la Universidad Autónoma y experto en prevención de ahogamientos, ha alertado en el programa Buenos días de Telemadrid sobre las consecuencias de esta carencia.
“La inmensa mayoría, alrededor del 80% de la gente que muere en España por ahogamiento, que son entre 400 y 500 personas todos los años, lo hacen en espacios acuáticos no vigilados”, señala.
Según el experto, muchos ciudadanos optan por bañarse en lugares sin supervisión, como embalses o ríos, ignorando el riesgo que esto supone: “La gente se baña con independencia de que haya o no socorristas. La gente debería bañarse solo donde hay socorristas”.
La falta de personal especializado no se debe a una carencia de formación, sino a un problema más profundo: las condiciones laborales.
“La falta de socorristas se debe a la precariedad laboral que hay en este sector. Se olvida que es un puesto de trabajo con una enorme responsabilidad y no todo el mundo está preparado”, asegura Sanz.
Para poder ejercer como socorrista, los aspirantes deben superar exigentes cursos de 80 horas teórico-prácticas, en los que se evalúan tanto las habilidades físicas como los conocimientos técnicos.
“Hay pruebas y talleres de soporte vital básico, regulación cardiopulmonar", explica. El profesor de la Universidad Autónoma recuerda que "los socorristas tienen que acreditar una formación reconocida”.
Además, las pruebas de acceso varían en función del entorno donde se trabajará: "Hay diferencias en los criterios de evaluación de los cursos entre la playa, embalses en el medio natural o en piscinas”.
La situación obliga a muchas instalaciones municipales y privadas a replantearse su apertura, ante la imposibilidad de garantizar la seguridad. Desde el sector, se reclama una mejora de las condiciones laborales para atraer a más profesionales cualificados.