El cocinero alemán Thomas Stork.
El alemán, Mejor Chef de Andalucía, fichado por el hotel más lujoso de Madrid: "Hay tres claves para llevar un equipo"
Bávaro de nacimiento, Thomas Stork trae años de consolidada trayectoria hasta el Mandarin Oriental Ritz de Madrid.
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El Mandarin Oriental Ritz de Madrid ha comenzado una nueva etapa culinaria con la llegada de un nombre que, aunque alemán de nacimiento, lleva grabada en su trayectoria la esencia cosmopolita de la cocina española.
Thomas Stork, nombrado Mejor Chef de Andalucía en 2013, toma las riendas como nuevo chef ejecutivo del legendario hotel, bajo la dirección gastronómica del reputado Quique Dacosta. Su incorporación es una apuesta por la solidez técnica, la sensibilidad internacional y la hospitalidad con alma.
Una trayectoria de rigor y pasión
Desde sus primeros pasos en la prestigiosa Residencia de Heinz Winkler —un templo bávaro de tres estrellas Michelin— hasta la dirección culinaria de ocho escuelas Le Cordon Bleu en México, la carrera de Stork está marcada por el compromiso con la excelencia.
En el Hotel Las Dunas (Estepona) obtuvo su primera estrella Michelin en 2001, inaugurando una etapa dorada que incluiría cargos de peso en hoteles como Los Monteros o Puente Romano, y distinciones como la de Mejor Resort de España (2016) o Mejor Hotel Gastronómico (2019).
Pero más allá de los galardones, hay algo que distingue a Stork: su respeto absoluto por el producto y su visión humanista del liderazgo culinario.
“Conservo los valores de mi Baviera natal: calidez, tradición y oficio”, afirma. “Y tras más de treinta años fuera, el mundo me ha enseñado tres claves para cualquier equipo: buen humor, humildad y conocimiento”.
Los fogones del Ritz: tradición y vanguardia
El desembarco de Stork en el Mandarin Oriental Ritz no es una casualidad, sino el siguiente paso lógico en una carrera definida por grandes proyectos y una constante búsqueda de evolución.
Su responsabilidad será mayúscula: liderar la oferta gastronómica en todos los espacios del hotel, desde la sofisticación del Palm Court hasta el refinamiento íntimo del Champagne Bar.
En palabras del propio chef, “Palm Court debe ser un referente de elegancia atemporal, con platos que respeten la tradición, pero con un toque contemporáneo. El Jardín invita a una cocina más fresca y desenfadada, conectada con el entorno y la temporada.
In Room Dining es la máxima expresión de confort y detalle. Banquetes representa el arte de la coordinación y el trabajo en equipo. Y el Champagne Bar es puro refinamiento”.
Esta división conceptual demuestra una comprensión precisa del lujo moderno: el lujo como experiencia adaptativa, emocional, hecha a medida.Y eso se traduce en una propuesta gastronómica que pone al comensal en el centro sin perder nunca el rigor técnico.
El alma detrás del chef
Lo que hace especialmente interesante a Thomas Stork no es únicamente su currículum, sino el motor que lo impulsa: la familia, el conocimiento y la vocación pedagógica.
Su experiencia reciente como director culinario de Le Cordon Bleu en México no solo enriqueció su mirada académica, sino que lo conectó con una generación joven de cocineros deseosos de encontrar identidad propia sin olvidar las bases.
En este sentido, su llegada al Ritz también puede interpretarse como un puente entre tradición y futuro. Stork es un chef que ha sabido entender las claves del lujo contemporáneo: autenticidad, coherencia y atención al detalle. Su cocina no pretende deslumbrar por artificio, sino por profundidad.
En sus propias palabras: “Veo cada espacio como una oportunidad única de expresar hospitalidad a través de la gastronomía”. Y con esa filosofía por bandera, Thomas Stork parece dispuesto a dejar huella no solo en las cocinas del Ritz, sino en el paladar y la memoria de quienes crucen sus puertas.
