
Pedro Sánchez, este martes en la Moncloa con Jordi Turull y Míriam Nogueras. Turull fue condenado por el golpe del 1-O. Debajo, las firmas de Santos Cerdán y del secretario general de Junts, en el acuerdo de investidura firmado en noviembre de 2023.
"Nos hemos quedado sin interlocutor": Junts no logra garantías de que Sánchez cumpla lo pactado con Cerdán
Turull y Nogueras reprochan al presidente los "déficits" en la ejecución de lo firmado y de lo apalabrado con el ya ex secretario de Organización en decenas de reuniones.
Sánchez les pide "unos días" para designar al sustituto de Cerdán, y ellos dan por "interrumpidos" los acuerdos.
"Ahora mismo, esto está interrumpido porque nos hemos quedado sin interlocutor", manifestó el amnistiado Jordi Turull tras visitar este martes la Moncloa junto a Míriam Nogueras.
La cita tenía el valor simbólico de que pisaba la alfombra de la sede de la Presidencia del Gobierno de España un hombre que fue condenado a 12 años de cárcel por el golpe del 1-O en Cataluña, y al que indultó su anfitrión, Pedro Sánchez.
Pese a ello, la reunión fue decepcionante para Junts, que dijo salir sin haber logrado garantías de que Sánchez acabará cumpliendo lo acordado con el caído Santos Cerdán.
Con el ex secretario de Organización del PSOE, Turull y Nogueras se vieron decenas de veces en Bélgica, en Suiza y en España, y cerraron acuerdos tanto escritos como verbales.
No sólo fue el pacto para garantizar la investidura, también trataron sobre la amnistía, la oficialidad del catalán en Europa, la cesión de competencias en inmigración, la financiación privilegiada...
La relación con Cerdán era tan fluida que, en ocasiones, hablaban "hasta cuatro veces al día". Ayer parecía que le echaban de menos. Ellos también se enteraron por la UCO.
"Sánchez no nos ha concretado ni aclarado cómo y ni qué medidas piensa aplicar, ni cómo rehacer todas las cuestiones que se han estropeado, no solo con este escándalo, sino también con todos los déficits en el cumplimiento del acuerdo de Bruselas", dijo el secretario general de Junts.
La respuesta de Sánchez fue pedir tiempo -"unos días"- para designar al sustituto de Cerdán. Pero eso no pareció tranquilizar a sus colegas de Junts, que por un lado le expresaron su sensación de "incertidumbre" y por otro le confesaron estar "al límite de la confianza" por los incumplimientos del Gobierno.
Turull ya había avisado de sus intenciones la semana pasada, nada más saltar el escándalo de Cerdán. Dijo que habría que ver si su desaparición del mapa afectaría a los acuerdos cerrados, y que, en cualquier caso, ahora tocaba "aprovechar las debilidades del Estado español".
Más presión
El dirigente independentista salió de su primera visita a Moncloa dispuesto a enseñar las garras a Sánchez, y sólo unas horas después, Junts permitía con su abstención en el Congreso una derrota del Gobierno y una victoria del PP: salía adelante la proposición de ley para alargar la vida de las centrales nucleares.
Turull, que se dirigió a los medios frente al Congreso de los Diputados, quizás como advertencia del calvario que puede esperarle allí al Gobierno si no se satisfacen sus demandas, aseguró que ahora la "prioridad" es que Sánchez les "detalle bien" cuáles son "las garantías que pone encima de la mesa".
Por tanto, Junts considera que la de ayer fue sólo una primera reunión, en la que nada se pudo concretar y, por tanto, serán necesarias "más".
Desde 2023, Cerdán se vio en persona en varias ocasiones con el fugado Carles Puigdemont. También trató en Ginebra con el verificador salvadoreño Francisco Galindo.
El protocolo entre el PSOE y Junts era mantener al menos una reunión al mes. Solía acompañar a Cerdán su adjunto en la Secretaría de Organización, Juanfran Serrano, al que Sánchez ha apartado ahora del equipo que dirigirá las riendas del partido hasta la celebración del Comité Federal del próximo 5 de julio.
Entre octubre de 2023 y marzo de este año, hay documentadas una decena de visitas de Cerdán al extranjero para verse con los representantes de Junts. Y como quiera que la mayoría tenían carácter secreto, cabe colegir que habrán sido muchas más.
En España los contactos eran mucho más frecuentes y menos formales, y servían para coordinar votaciones importantes, hacer seguimiento de los acuerdos, coordinar trabajos, apaciguar alguna crisis...
La salida de escena de Santos Cerdán tras verse inmerso de lleno en el caso Koldo, compromete este canal de diálogo. La confianza construida a través de tantos encuentros presenciales se ve ahora comprometida y deja una vacante para la que Sánchez aún no tiene nombre.