El pueblo gallego rodeado de playas y bosques que fascinó a Richard Gere: se come de lujo y superbién de precio

Hace ya tiempo que Richard Gere y Alejandra Silva residen en el lujoso barrio de La Moraleja en Madrid, aunque no es raro verlos también por Galicia, donde planean adquirir una propiedad como segunda residencia.

Como ubicación han elegido un lugar con mucho significado para Alejandra, nacida en A Coruña, a escasos 20 minutos de su ciudad natal. Se trata de Oleiros, un extenso municipio con mucha historia y la innegable belleza natural de las Rías Altas.

Oleiros también destaca por su gran calidad de vida, pues es el municipio con la mayor renta per cápita de toda la comunidad autónoma gallega.

La playa gallega de ensueño con un restaurante para comer como en casa en el que puedes encontrarte a Richard Gere

Historia y tradición

Oleiros en gallego significa "alfareros" y el nombre de este municipio no es casualidad. Es un homenaje a una tradición alfarera que se remonta siglos atrás y que se mantiene viva gracias a distintas iniciativas.

Una de ellas es el Museo Os Oleiros-José María Kaydeda. Ubicado en el Pazo de Coruxo, cuenta con una interesante colección de cerámica tradicional gallega y es una buena forma de saber un poco más sobre el oficio que da origen al topónimo.

La otra es Alfaroleiros, una feria que se celebra cada año en agosto destinada a promover la cultura gallega, divulgar sobre el oficio de la alfarería y dinamizar el sector artesanal.

Pero más allá de la cerámica, Oleiros mantiene bien conservados muchos símbolos de su historia.

Como el Castillo de Santa Cruz, construido sobre un islote en el siglo XV como obra de defensa frente a los ataques de la armada inglesa capitaneada por Sir Francis Drake.

En el siglo XIX fue propiedad de Emilia Pardo Bazán, la insigne escritora gallega y, en otros tiempos fue un orfanato. Actualmente, el edificio alberga un centro cultural en el que se realizan exposiciones y otras actividades relacionadas con el medio ambiente.

Los amantes de la arquitectura también encontrarán en Oleiros algunas muestras para visitar. Dentro de las construcciones civiles, son famosas algunas casas y pazos que reflejan la historia de este municipio como lugar de veraneo de la alta burguesía gallega.

Como ejemplos de la arquitectura religiosa, se pueden visitar los templos de Santa María de Dexo o San Cosme de Maianca.

Playas y naturaleza para todos los gustos

Una de las razones por las que cualquiera que visite la zona querría pasar largas temporadas en ella es su privilegiada naturaleza litoral. Oleiros cuenta con numerosas playas, muchas de ellas rodeadas de zonas verdes o bosques.

La más conocida es Bastiagueiro, una playa en mar abierto de algo más de medio kilómetro de longitud donde se suele practicar surf, además de disfrutar del sol y refrescantes baños en el Atlántico.

Junto a ella, Bastiagueiro Pequeño, una playa que, cuando baja la marea, deja al descubierto una zona de rocas en la que se forman pequeñas piscinas que encantan a los más pequeños.

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El largo paseo marítimo conecta estas playas con Santa Cristina, la más próxima a la capital coruñesa, una inmensa lengua de arena en la ría de A Coruña.

A estas hay que sumar la playa de Santa Cruz, con vistas al castillo, y también las playas de Naval, Espiñeiro, Canabal y As Margaridas, todas ellas con un encanto especial que las hace únicas.

Acantilados y zonas verdes

Desde el faro de Mera hasta el puerto de Lorbé, Oleiros cuenta con un tramo de costa virgen que se extiende a lo largo de más de 10 km. Es una franja de acantilados sobre el Atlántico desde los que se obtienen vistas espectaculares.

Para los que prefieren los espacios verdes diseñados por el hombre, el jardín romántico del Pazo de A Capela, en Montrove-Liáns; el parque de A Lagoa, en Mera; o el parque de As Trece Rosas, en Bastiagueiro-Liáns son solo algunos ejemplos.

Disfrutar de la gastronomía en Oleiros

Y llegamos a la hora de comer. A nadie le extrañará que en un municipio de la costa norte gallega se come muy bien y que los productos del mar son los protagonistas sin discusión.

Uno de los lugares más emblemáticos para saborear estos productos del mar es el puerto de Lorbé, una zona dedicada a la cría del mejillón, quizá menos famosa que Villagarcía de Arosa o Boiro, pero con piezas de una gran calidad.

Con más de un centenar de bateas, esta industria da sustento a muchas familias del municipio y hace que Lorbé sea un destino imprescindible para los amantes del marisco.

Para comprobarlo, tres restaurantes para marcar en el mapa como templos del mejillón, Puerto de Lorbé, A Cortiña y Casa Méndez.

En cualquiera de ellos es posible disfrutar de mejillones preparados de múltiples formas, desde los humildes mejillones al vapor o los tradicionales "a la marinera" hasta versiones más creativas.

Casa Méndez, además, ofrece platos de cocina cinegética durante la temporada de caza (corzo, jabalí), ampliando así la oferta con sabores intensos y de interior.

Cada año, durante el verano, Lorbé celebra su ya famosa Fiesta del Mejillón, coincidiendo con las Fiestas del Carmen. Una cita que reúne a centenares de visitantes atraídos por el buen ambiente.

Pero la gastronomía en Oleiros no se limita a Lorbé. En zonas como Santa Cristina, Santa Cruz o Mera, el terraceo y el tardeo son parte de la forma de vida.

Tomar un pincho mientras se contempla una puesta de sol, sintiendo la brisa y escuchando el sonido de las olas rompiendo en la playa, que en otros sitios sería un lujo, en Oleiros es un placer que está cada día al alcance de todos.

Para tapear o “ir de vinos”, en las calles O Cruce, O Repicho y la Plaza del Exilio en Santa Cruz, o en la calle Etiopía en Perillo, el visitante puede encontrar las mejores rutas de tapeo en las que disfrutar de la cocina de la zona sin gastar en exceso.