
Juan Carlos Moraleda (i) y Juan Carlos Torres (d) se conocieron este jueves antes de la corrida de toros del Corpus de Toledo.
El 'ángel de la guarda' de Toledo: un desempleado devuelve un maletín con dinero a un conocido abogado
"No tengo palabras para agradecer su nobleza", ha asegurado el letrado Juan Carlos Moraleda.
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"Mi conciencia no me hubiese dejado tranquilo, aunque hubiese ido lleno de dinero. Y te aseguro que no me sobra. Simplemente trabajo para vivir". Es el mensaje que, este pasado miércoles, Juan Carlos Torres envió por WhatsApp a su tocayo Juan Carlos Moraleda, un conocido abogado de Toledo que ha recuperado su maletín de trabajo gracias a este desempleado, extoxicómano y, por encima de todo, un buen samaritano.
Natural de Urda y vecino de Villafranca de los Caballeros, Torres llegó a tener en 2008 una empresa con 66 trabajadores, pero la crisis del ladrillo de ese año lo dejó en la ruina total. Por esos giros de la vida, este toledano de 57 primaveras lleva dos meses en el paro y ayuda esporádicamente en la empresa que su yerno tiene en Malagón (Ciudad Real).
El martes por la mañana, el letrado perdió en la capital de Castilla-La Mancha su cartera de trabajo, de color marrón, de piel y con las iniciales inscritas JCM. Al llevar a sus hijos al colegio, la dejó fuera, sobre el portón trasero de su coche, y cayó al suelo en la rotonda de la Clínica del Rosario.

Moraleda, con su maletín tras una vista en el Tribunal Superior de Justicia de Albacete a primeros de este mes.
Su tocayo había recogido esa mañana en Toledo una furgoneta que precisamente su yerno había alquilado para la mudanza de la hija de Torres. Ella vivía en Fuenlabrada (Madrid), en un piso que había sido propiedad de Juan Carlos, pero debía desalojarlo antes de este sábado por orden judicial.
Al pasar por la rotonda, cuando iba hacia la obra de su yerno para llevarle agua fresca y comida, a Torres le sorprendió un objeto tirado en medio de la calzada. Logró esquivarlo, bajó de la furgoneta y recogió del suelo un maletín. Lo metió en su vehículo y se marchó. Eran las 10 y media aproximadamente.
Sobre el mediodía, abrió la cartera de piel y vio lo que había dentro: sobres con dinero y documentación confidencial de clientes. Eran varios expedientes judiciales originales del bufete Moraleda, que maneja cerca de medio millar al año.
"Luché contra mis demonios"
Torres se puso nervioso al ver los sobres cerrados con gomas y cantidades escritas. Empezó a pensar qué hacer. Su situación económica no es buena y tuvo una pelea con su conciencia: por un lado, quería ver lo que había, indagar a fondo, pero por otro, no.
Ganó su ángel bueno y llamó por teléfono a la oficina del abogado, en Toledo, pero nadie contestó. El miércoles por la mañana, volvió a telefonear al bufete y quedó con la secretaria para entregar el maletín ante la sorpresa de la trabajadora.
"No creas, luché contra mis demonios. La mentira formó parte de mi vida muchos años, pero actualmente no. Me siento muy a gusto con lo que he hecho. Y la llamada de Juan Carlos [para agradecérselo] ha sido un subidón para mí", afirma el buen samaritano a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM minutos antes de ir a terapia.
Porque Torres es un enfermo ex politoxicómano que consumió cocaína y alcohol. Lleva 25 años peleando con la enfermedad, ha tenido tres recaídas y ahora su situación psicológica es bastante buena, "porque llevo mucho tiempo sin consumir".
Lo cuenta alguien que va a cumplir dos años de tratamiento en la Asociación de Adictos Rehabilitados Mancha Centro (Armance), que desde Alcázar de San Juan (Ciudad Real) trabaja para romper estigmas y hacer visibles las enfermedades de conductas adictivas.

Imagen del maletín desaparecido.
Menos visible es el único tatuaje que lleva, en su antebrazo izquierdo, y que rezuma esperanza: "La victoria es para quien cree en ella". La frase es de la película Pearl Harbour y su hija mayor, de 29 años, también la tiene grabada en su cuerpo.
Foto para el recuerdo
Para ponerse cara, los dos protagonistas de esta historia quedaron en verse en la corrida de toros que se celebró este jueves en Toledo, con motivo del Corpus, ya que a Torres lo invitó su yerno. Esas cosas del destino.
Y los dos Juan Carlos fueron fotografiados para inmortalizar el encuentro. "No tengo palabras para agradecer el gesto de nobleza que ha tenido conmigo. Estoy emocionado", dice el abogado.
Moraleda, que se ha enterado por el periodista de la dura vida de su buen samaritano, tiene registrado en la agenda el teléfono de su tocayo con un alias: 'Juan Carlos, Ángel de la Guarda'.