Reunión del pleno del Tribunal Constitucional del 16 de enero de 2024./

Reunión del pleno del Tribunal Constitucional del 16 de enero de 2024./ Javier Carbajal

Tribunales

Un juez del TC pide a Conde-Pumpido que el examen de la amnistía se extienda a julio para no tener un debate "apresurado"

El magistrado Enrique Arnaldo alude a la "relevancia" del asunto, "de los más complejos y también discutidos desde la constitución en 1980 del Tribunal Constitucional".

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El magistrado del Tribunal Constitucional Enrique Arnaldo ha pedido al presidente, Cándido Conde-Pumpido, que el debate sobre la constitucionalidad de la ley de amnistía no sea "apresurado" ni se limite a los dos plenos convocados para este junio, sino que pueda extenderse al mes siguiente para llevar a cabo una "ponderación suficientemente detenida".

La ponencia que presentará Inmaculada Montalbán, vicepresidenta del TC, ha sido incluida en el orden del día del pleno del próximo martes para su "estudio inicial".

El calendario previsto por Conde-Pumpido es que el examen continúe y concluya en el siguiente pleno, señalado para los días 24, 25 y 26 de junio. En esta última fecha se votaría el fallo.

En un escrito dirigido al presidente y remitido al resto de magistrados, Arnaldo señala que las líneas de la ponencia fueron difundidas en los medios de comunicación el pasado domingo, si bien no fue hasta el lunes siguiente cuando el proyecto de sentencia se distribuyó a los miembros del tribunal.

Este texto, de 191 páginas, es fruto del trabajo de un amplio grupo de letrados, la mayoría adscritos a magistrados del llamado sector progresista del tribunal.

"Creo que has de tener en cuenta que se trata de un tema de enorme relevancia, de los más complejos y también discutidos desde la constitución en 1980 del Tribunal Constitucional", indica Arnaldo en su escrito a Conde-Pumpido.

"Al tiempo, has de tener en consideración que la deliberación serena y sosegada son la base que sustenta a los órganos jurisdiccionales de última instancia, en este caso nacional", añade.

"No menos importante", indica, "es que el equipo de redacción ha tenido más de cinco meses para elaborar el texto y debe velarse por el equilibrio al menos de los tiempos para el examen de la ponencia por nuestra parte".

Para Arnaldo, "al menos" deberían preverse "dos o tres lecturas de la ponencia". Es decir, que tras una primera en el pleno de la semana del 23 de junio, haya una segunda y hasta una tercera en alguno de los que están señalados para el 7 o el 21 de julio, "a efectos de llevar a cabo una ponderación suficientemente detenida y no apresurada de los argumentos".

El magistrado invoca las reflexiones de Francisco Tomás y Valiente, que fue presidente del TC entre 1986 y 1992. "Es conveniente que las deliberaciones se prolonguen cuanto sea necesario para aproximar criterios, integrar argumentos, enriquecer la fundamentación y de este modo evitar fracturas internas", escribió.

"La exhaustividad de la deliberación se alcanza cuando ya nadie tiene nada que decir y se repiten los argumentos a favor o en contra del fallo. Sacar éste a votación siquiera sea un momento antes de que se produzca el punto de exhaustividad es un error psicológico y procedimental apenas disculpable por la existencia de tensiones e impaciencias que el Tribunal jamás debe interiorizar", manifestó Tomás y Valiente.