Comercios en la calle Mayor, junto a la Plaza Mayor y a poca distancia de la Puerta del Sol.

Comercios en la calle Mayor, junto a la Plaza Mayor y a poca distancia de la Puerta del Sol. E. E.

Madrid Capital

La "plaga" de los 100 carteles luminosos e "invasivos" en la Plaza Mayor: "Las nuevas tiendas ignoran la normativa"

La asociación de residentes de la zona acaba de enviar al Ayuntamiento y a la Comunidad un dosier con un centenar de ejemplos de "malas prácticas". 

Más información: Adiós a los escaparates ilegales de Plaza Mayor: Madrid pone 12 multas a las tiendas que colocan sus productos en plena calle

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La Plaza Mayor tomó forma en 1617 en una zona de comerciantes. Hoy, cuatro siglos después, representa el corazón del Madrid de los Austrias y uno de los grandes atractivos turísticos de la capital. Tanto la plaza como sus calles aledañas están protegidas por su valor histórico y artístico. El entorno sigue siendo un foco de comerciantes. Se suceden restaurantes, tiendas de souvenirs o de cambio de divisas... Y hay un grupo de vecinos que quiere "poner freno" a las "irregularidades" en el uso de rótulos, carteles y demás elementos publicitarios. 

La Asociación Vecinal de Residentes de la Plaza Mayor de Madrid ha trabajado durante meses en un dosier que, según explica el colectivo a este periódico, "permite visualizar esta fuerte aceleración de agresiones y abusos publicitarios" que "contribuye a alterar la percepción del Bien de Interés Cultural". La organización asegura que acaba de enviar el documento a diferentes departamentos del Ayuntamiento. También a la Comunidad de Madrid. Se trata de un compendio que recoge ejemplos de "malas prácticas" publicitarias llevadas a cabo por un centenar de establecimientos. 

Los residentes se refieren a la publicidad fija (los que sobresalen de las fachadas como si fuera un 'brazo'), los rótulos luminosos y los carteles anclados en las paredes del monumento y sus alrededores. Su pelea es contra la publicidad "invasiva" colocada en un lugar protegido. La gran mayoría de casos que citan en el dosier "datan" de 2021 y 2022. La asociación constató una "fuerte aceleración" de estas prácticas en 2023.

Además, ha extraído otra conclusión de su trabajo de campo: "El 98% de las nuevas tiendas o nuevos titulares de los locales han demostrado que ignoran la normativa y el grado de protección del entorno dentro del cual desarrollan sus actividades". En el texto remitido a las administraciones pública también recopilan ejemplos de "buenas prácticas". Su objetivo es llamar la atención para generar un debate y que cada administración competente "cumpla con el deber" que le corresponda. 

La Plaza Mayor empezó a cimentarse sobre el solar de la antigua Plaza del Arrabal. Era el punto donde confluían los caminos de Toledo y Atocha. A lo largo de su historia ha sufrido tres incendios, rehabilitaciones y reformas. A finales de los 70 se realizó la intervención que dejó la plaza como la conocemos hoy. Fue en 1985 cuando el Ministerio de Cultura declaró al enclave como monumento histórico y artístico. En 2018, la Comunidad de Madrid dio un paso más y delimitó su entorno de protección del BIC. Ese mapa protegido abarca una superficie de 2,70 hectáreas. 

¿Qué dice la ley? 

Las competencias sobre el BIC no dependen de una sola administración. La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte indica que la labor inspectora corresponde al Consistorio de José Luis Martínez-Almeida. Dentro del Gobierno municipal, el que vigila, por ejemplo, los caballetes publicitarios es la Junta de Distrito. Los rótulos y los elementos instalados en la fachada compete a la Agencia de Actividades, el organismo encargado de tramitar las licencias.

Otra historia son las multas por dañar el patrimonio cultural. Fuentes del Área municipal de Cultura aseguran que, en este caso, es el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso el que tiene la "potestad sancionadora". 

"Es importante saber que el conjunto de la Plaza Mayor es un BIC y, por tanto, tiene el máximo nivel de protección para que no se puedan realizar daños físicos. Muestra del interés por proteger este conjunto es el Plan Director de la Plaza Mayor en el que está trabajando el Área de Cultura del Ayuntamiento y que aborda todos los aspectos que pudieran afectar a este conjunto histórico, como cuestiones relacionadas con su uso, su conservación o la ordenación del paisaje dentro de él", aclaran. 

¿Qué dice la Ley? Por un lado, la normativa regional de Patrimonio Cultural deja claro que colocar publicidad, cables o antenas en un monumento declarado está prohibido, salvo excepciones. La asociación vecinal, sin embargo, ubica una mayoría de casos en el entorno, fuera del rectángulo de la plaza. Sobre los aledaños, la Ley dice que es la propia declaración del BIC concreto la que establece las "limitaciones de uso y los condicionantes" para salvaguardarlos. 

Cuando en 2018 se delimitó el entorno de la Plaza Mayor, la entonces directora general de Patrimonio Cultural de la Comunidad, Paloma Sobrini, detalló, en declaraciones recogidas por Europa Press, que si en una de las calles se ponían banderines o una luz agresiva, se estaría interrumpiendo la "visibilidad" y "perspectiva" de la Plaza Mayor, algo que no se podía "permitir". 

En cuanto a la normativa municipal, existe la Ordenanza sobre Publicidad Exterior aprobada en época de Alberto Ruiz-Gallardón. Como regla general prohíbe la publicidad comercial en los BIC y en sus entornos de protección, así como en los elementos urbanos catalogados con un nivel 1. El reglamento también establece que el impacto visual y ambiental de las actuaciones publicitarias debe ser mínimo

Para los residentes, la calle Mayor es donde posiblemente se cometen más "irregularidades". También señalan a la Cava de San Miguel, Postas, Imperial y, en menor medida, Toledo. El dosier incluye fotografías de varios rótulos iluminados, cartelería anclada en los muros, menús fijados en fachadas, focos luminosos o toldos de color. En otro caso, por ejemplo, denuncian tiendas con carteles y mercancía colgados o pegados de tal manera que cubren buena parte de la fachada cercana, iluminadas con "focos potentes". 

"Buenas prácticas"

Frente a estas situaciones, la asociación da espacio en su documento a las "buenas prácticas" de locales que se exhiben con el "respeto" y "debido decoro que merece todo BIC". En este punto, se recogen imágenes de una estilográfica sin publicidad fija 'de brazo' ni cartelería anclada a la fachada del edificio. Los rótulos con el nombre del negocio no tienen luz y los escaparates muestran el producto directamente, sin grandes carteles o vinilos pegados a los cristales.

Otros comercios señalados por la asociación por su buen hacer coinciden: no emplean publicidad fija ni rótulos luminosos ni extienden su propaganda más allá de su escaparate.