Un informe revela el "problema" con el suelo de la Plaza Mayor: "Faltan adoquines, hay piezas hundidas y riesgo de tropiezos"

La Plaza Mayor tiene un "problema" con su pavimento. Está en "mal estado". La erosión de los adoquines, la falta de piezas y los hundimientos complican el tránsito "cómodo" a los peatones. Tanto, que se arriesgan a tropezarse y caerse. Así lo recoge el Plan Director del conjunto histórico, recién publicado. El documento analiza la situación actual de la plaza y su entorno, identifica los daños que sufre y propone líneas de actuación. La herramienta permitirá al Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida orientar la protección de uno de los lugares más visitados de la capital.

La Plaza Mayor tomó forma en 1617 en una zona de comerciantes. Fue en 1985 cuando el Ministerio de Cultura declaró al enclave como monumento histórico y artístico. Hace siete años, la Comunidad de Madrid delimitó el entorno de protección del Bien de Interés Cultural: entre la propia plaza y sus alrededores suman 2,70 hectáreas de espacio protegido. Detrás del trabajo está la empresa Paisaje Transversal y la Universidad Complutense de Madrid, que han estado coordinados por el Área municipal de Cultura, Turismo y Deporte.

El plan se estructura en tres fases. En primer lugar, aborda la historia del BIC. Después, radiografía su estado actual. Y, por último, propone estrategias y acciones para proteger y gestionar la Plaza Mayor. Por ejemplo, plantea que se lleve a cabo una campaña de infracciones contra la publicidad "contraria a la normativa", como ya explicó este periódico. Ahora que ya está listo el documento, el Consistorio podrá estudiar qué actuaciones recomendadas puede hacer realidad.

El adoquinado en "mal estado"

Fue en los años 30 cuando se aprobó sustituir la zona ajardinada de la plaza por un adoquinado donde pudieran aparcar los vehículos. La operación urbanística más drástica llegó a finales de la década de los 60, cuando se cerró el tráfico rodado y se habilitó el parking subterráneo. El pavimento actual surge de aquellas obras. Lo que se hizo fue cubrir la plaza con adoquines de granito rojo, basalto y caliza.

El Plan Director incluye un estudio patológico que, entre otras cuestiones, describe el estado "deteriorado" del pavimento. El problema es la erosión de los adoquines, sobre todo, en los de granito rojo. Además, se identifica una zona de la plaza que da una "imagen degradante". Se trata de la banda de transición que existe entre el adoquinado y el pavimento de los soportales. Ahí se sitúan, por ejemplo, rejillas del parking subterráneo y sumideros.

Diferentes zonas adoquinadas de la Plaza Mayor. Ayuntamiento de Madrid

El análisis asegura que hay un "gran número de adoquines faltantes y piezas que se han hundido dando lugar a resaltos en el pavimento". Esto dificulta el paseo de los ciudadanos y afecta a su seguridad por el "riesgo de tropiezos o caídas". El trazado irregular del enclave y los hundimientos provocan que el agua se acumule en estas zonas. "Esta circunstancia, unida a la falta de impermeabilización del aparcamiento, da lugar a filtraciones y humedades bajo la plaza", detalla.

Para mejorar el pavimento, el equipo redactor del Plan Director propone como primera opción restaurarlo y aplicar medidas de conservación. Considera que el adoquinado actual responde a una imagen "muy ligada al imaginario colectivo" de la Plaza Mayor proyectada en los años 60, con un diseño de malla geométrica del arquitecto Herrero Palacios. Con todo, sostiene que el adoquinado actual es una "solución adecuada" para la función y el uso intensivo que tiene la plaza. Como segunda opción, se sugiere convocar un concurso de arquitectura para sustituir el pavimento. En cualquier caso, se recomienda impermeabilizar la cubierta del aparcamiento subterráneo.