Una imagen de la comunidad Startup Oasis Málaga, con Dan Marques tomando el selfie en la esquina izquierda inferior.

Una imagen de la comunidad Startup Oasis Málaga, con Dan Marques tomando el selfie en la esquina izquierda inferior. Cedida

Tecnología

Startup Oasis, la comunidad a que une a 'guiris' y 'boquerones' de la Málaga tecnológica

Ya conecta a más de 1.200 profesionales del sector tech con eventos, redes de apoyo y un objetivo claro: construir puentes reales entre el talento local e internacional.

Más información: Marbella 2.0: el paraíso para jubilarse se está transformando en 'hub' tecnológico internacional

Publicada

Las tres patas que coordinan Startup Oasis son una buena representación de a lo que aspira esta comunidad tecnológica: la unión entre boquerones y guiris de la Málaga tecnológica. El boquerón es Ángel González, jefe de producto de la startup malagueña Unknown Gravity; los guiris son los emprendedores en serie Ivan Suhinin, bielorruso, y Dan Marques, francés. Juntos han impulsado una red que conecta a centenares de perfiles tecnológicos que han hecho de la Costa del Sol su hogar, con un objetivo claro: que locales e internacionales se aporten mutuamente.

El momento no podía ser más idóneo. En los últimos años, Málaga ha vivido una explosión de talento internacional que no solo trabaja en remoto desde la Costa del Sol, sino que está construyendo redes, organizando eventos y buscando activamente conectar con el ecosistema local. Lo que parecía una oleada aislada de nómadas digitales se está convirtiendo en algo mucho más profundo y estructural.

“Hemos empezado a ver señales de que el ecosistema de expatriados está creciendo. La comunidad está creciendo”, explica Dan Marques, impulsor de la comunidad Startup Oasis, en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga. Entre el año pasado y este, pasaron de 600 a más de 1.200 miembros. Más llamativo aún ha sido el cambio de perfil. Si antes el 90 o 95% de sus integrantes eran extranjeros, ahora se une casi el mismo número de españoles o hispanohablantes.

Organizan desayunos de encuentro entre profesionales cada dos viernes, y ahí toman la temperatura de la comunidad: “En el último networking, un emprendedor malagueño de 50 años vino a conocer gente. Eso antes no pasaba. Que alguien diga ‘sé que los eventos son en inglés, pero quiero estar’ es algo nuevo”, relata Marques.

"Cuando empezamos Startup Oasis, yo no hablaba nada de inglés. Los malagueños tenemos que romper esta barrera de miedo de hablar inglés", argumenta su compañero Ángel González en la misma conversación. Para él, el inglés no es "el idioma nativo de casi nadie", sino un esfuerzo común para comunicarse que también hacen los extranjeros que llegan a Málaga."Esta es una gran comunidad con inversores, gente que ha trabajado en YCombinator, con Asia... Son gente muy abierta con los que puedes hablar tomando café, pero para eso tienes que hacer el esfuerzo".

Él ha sido uno de los promotores de eventos para conocer la cultura local como la visita apenas unas semanas antes del Miércoles Santo a la casa hermandad de la Expiración, donde los nuevos malagueños tech provenientes de todo el mundo podían aprender sobre la tradición cultural andaluza: "Hay muchos expatriados que vienen aquí pero no saben nada sobre Málaga, cosas como cómo convertirse en autónomo o ni siquiera conocen la palabra autónomo. Es esencial para ellos, si quieren integrarse, conocer las raíces de Málaga", razona González.

Eventos como ese diferencian a Startup Oasis de una organización al uso. Es, en palabras de Dan, “una comunidad profesional con un enorme componente social”. En sus grupos de WhatsApp se mezclan preguntas sobre inteligencia artificial con propuestas para jugar al pádel. “Hemos tenido arquitectos, artistas, de todo. Incluso se unió una vez una chica que trabaja como stripper porque era hermana de alguien del grupo”, bromea.

La comunidad se integra dentro de un conglomerado en el que también hay hueco para eventos de creación exprés de proyectos o un club de inversores. Todo lo están agrupando bajo el paraguas de la plataforma Málaga Startups, que quieren marcar como referente para tender puentes reales entre la comunidad local y la internacional.

“Una comunidad no se monta sola. Hay que currárselo, estar presente, conectar a la gente. No basta con crear un grupo de Meetup y esperar que funcione”, reflexiona Marques. Cada semana, la comunidad organiza entre 2 y 5 eventos para un total de un centenar de actividades previstas este año. Todo lo hacen sin financiación: “Hay quienes organizan eventos por valor, y hay quienes lo hacen por monetizar. No digo que uno sea mejor que otro, pero yo estoy en el primer grupo", resume.

Los retos no son pocos. “Queremos llegar a un punto en el que tengamos una lista con todas las startups de Málaga, todos los perfiles que viven aquí, todos los eventos, toda la información y todos los recursos que la gente necesita cuando llega aquí”, adelanta Dan Marques, que resalta que es una comunidad que se está creando mediante voluntarios y que busca aliados y patrocinadores.

"Nosotros estamos construyendo desde abajo. Hacemos lo nuestro, hablamos con la comunidad y construimos las cosas que necesitan. Si las instituciones vienen y nos hablan porque ven el valor que hacemos o creen que podamos ser útiles, estaremos muy felices de colaborar con ellos", concluye el impulsor de Startup Oasis Málaga.