Israel mata a otros 27 gazatíes mientras esperaban el reparto de comida y agua en el sur de Gaza: hay más de 155 heridos

Al menos 27 palestinos han muerto este martes y más de 155 resultaron heridos por disparos del Ejército israelí mientras esperaban el reparto de comida y agua en la zona de Al Mawasi, en la sureña Rafah.

Israel ha admitido este ataque, pero argumenta que representaban "una amenaza" aunque sin presentar pruebas.

Este ataque se suma al del domingo cuando 31 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas por disparos de Israel cerca de otro punto de distribución de ayuda de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel, en el sur de la Franja. Este lunes murieron otros tres gazatíes en las mismas circunstancias. En tres días la cifra se eleva a 62 muertos y cientos de heridos mientras iban a por comida. 

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Tras estos hechos, el secretario general de la ONU, António Guterres, ya ha pedido una "investigación independiente" y ha exigido que los responsables "rindan cuentas". La respuesta de Israel no se ha hecho esperar y ha calificado de "vergüenza" estas palabras.

Y todo mientras el Comité Internacional de la Cruz Roja ha confirmado este martes la cifra de 27 gazatíes muertos, tras informarse previsamente de que eran 24. Entre ellos hay un joven de 17 años. Está previsto que el número de víctimas mortales siga aumentando en las próximas horas.

Israel lo confirma

Israel ha confirmado que ha abierto fuego contra varios individuos a tan solo 500 metros de un centro de distribución de ayuda de GHF. Los individuos, dice el Ejército israelí, se dirigían hacia las fuerzas de una manera que "representaba una amenaza para ellas", aunque no aportó ninguna prueba.

"Las tropas realizaron disparos de advertencia y, al no lograr que se retiraran, hubo disparos más de cerca contra algunos sospechosos que avanzaban hacia las tropas", afirma el Ejército israelí en un comunicado.

A pesar de estos ataques continuados contra los gazatíes, que siguen recrudeciéndose en pleno riesgo de hambruna, Israel afirma que sus fuerzas de seguridad no impiden que los gazatíes lleguen a los centros de distribución en los que se reparten bienes de primera necesidad.

La ONU: "Esto es inaceptable"

El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó este lunes que es "inaceptable que los palestinos se jueguen la vida por la comida", tras la muerte de 31 gazatíes por disparos de Israel en las cercanías de un punto de distribución de comida en Rafah.

Guterres, que dijo estar "horrorizado", ha exigido "una investigación inmediata e independiente", que debe terminar en que "los perpetradores rindan cuentas".

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Aunque no apuntó directamente a Israel como el origen del ataque, Guterres sí recordó que el Estado hebreo "tiene obligaciones claras bajo la ley internacional para permitir y facilitar la ayuda humanitaria" y, en ese sentido, "restaurar de inmediato la entrada sin trabas de asistencia a gran escala para responder a las enormes necesidades en Gaza".

La ONU "debe tener permitido trabajar en seguridad bajo condiciones que respeten los principios humanitarios", ha concluido.

La distribución de comida y asistencia se ha convertido en el último punto de fricción entre Israel y las agencias de la ONU, que exigen encaminar la asistencia según lo principios de imparcialidad y neutralidad y con control total del proceso, mientras que Israel pone constantes trabas y exigencias burocráticas a Naciones Unidas que ralentizan las entregas, a veces durante días.

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En paralelo, Israel ha promovido a una Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), de carácter privado y creada en Estados Unidos, que durante la pasada semana organizó en la Franja varios puntos de distribución de ayuda que han acabado en numerosas ocasiones en escenas de caos, pánico y violencia.

Esta fundación afirma que no se hacen responsables "del área fuera" de sus centros "que sigue siendo una zona de guerra activa".

Tres soldados israelíes muertos

Mientras, en la zona norte de la Franja de Gaza, tres soldados israelíes de entre 20 y 22 años murieron este lunes cuando un artefacto explosionó al paso de su convoy. 

Se trata del sargento Lior Steinberg, de 20 años; el sargento Ofek Barhana, de 20 años, y el sargento Omer Var Gelder, de 22 años.

Desde que Israel rompió el alto el fuego con Hamás el 18 de marzo, 12 militares han muerto en la Franja de Gaza, donde las tropas israelíes mantienen una ofensiva que ha acabado con la vida de 4.210 personas del enclave israelí en ese tiempo, según los datos del Ministerio de Salud gazatí.