La nave Starship derritiéndose en la reentrada
A la tercera, tampoco va la vencida: SpaceX vuelve a fracasar en la prueba de su nave espacial Starship
La compañía de Elon Musk también ha perdido el cohete Super Heavy en el descenso y no pudo desplegar los simuladores de satélites Starlink.
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El noveno lanzamiento de la Starship marca otro fracaso en el historial espacial de Elon Musk. El despegue se ha efectuado a eso de las 1:30 de esta madrugada en España, pero no ha ido según los ingenieros de SpaceX lo habían planeado.
Los primeros minutos de vuelo han transcurrido sin novedades, cumpliendo el plan de vuelo estipulado, incluso se ha ejecutado de forma correcta el nuevo método de separación entre etapas. Sin embargo, el ensayo no tardaría en torcerse.
A pesar de la buena marcha inicial, la nave espacial Starship comenzó a girar de forma incontrolada debido a la fuerza generada por una fuga en uno de los tanques de propelente. Logrando desestabilizar el vehículo cuando habían pasado poco más de 20 minutos desde el despegue.
Uno de los últimos fotogramas de la Starship
Si bien desde SpaceX continuaron con el vuelo programado, en una trayectoria parabólica suborbital, la nave espacial no estaba en condiciones de ejecutar el reingreso atmosférico de forma controlada. "Hemos perdido el control de actitud de la nave", han anunciado cuando habían pasado 36 minutos del despegue.
Aproximadamente 8 minutos después de ese mensaje, la transmisión de vídeo de la Starship se ha detenido; al tiempo que los comentaristas confirmaban la pérdida total de la nave. Las últimas imágenes emitidas de la Starship han sido desintegrándose.
Lo que sí parece que ha funcionado bien en esta ocasión ha sido el sistema de protección térmico, una de las preocupaciones de los ingenieros en los últimos lanzamientos, en el que SpaceX ha estado probando diferentes tecnologías.
El lugar de amaraje programado era el océano Índico, donde la compañía tenía desplegadas varias embarcaciones. Sin embargo, debido a la falta de datos a esta hora, se desconoce dónde ha caído la Starship realmente.
"Como si la prueba de vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, la Starship sufrió un desmontaje rápido e imprevisto", tal y como han dicho desde SpaceX empleando el tradicional eufemismo para evitar decir que ha explotado o desintegrado.
"Los equipos continuarán revisando los datos y trabajando para nuestra próxima prueba en vuelo". También hacen referencia al aprendizaje de este tipo de misiones de ensayo que "ayudará a mejorar la fiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria".
Esta ha sido la tercera prueba de la nueva versión de la nave espacial Starship, cuyos dos anteriores lanzamientos también pueden calificarse como fracasos al explotar de forma no controlada sobre el mar y provocar desvíos en el tráfico aéreo.
Ni cohete ni satélites
Otro de los puntos negativos de este lanzamiento ha sido la pérdida del Super Heavy. Esta ha sido la primera vez que SpaceX decidía reutilizar un cohete de este tipo y, a pesar del buen rendimiento en los primeros compases, la maniobra de descenso se ha atragantado.
Es probable que el Super Heavy haya impactado de forma incontrolada en algún punto del Golfo de México hasta ahora no desvelado. Tras dos éxitos anteriores, esta era la primera vez que los ingenieros decidían no emplear el sistema de recuperación del Super Heavy en la misma plataforma de lanzamiento desde la que despegó.
Ya desde la compañía, antes del vuelo, dejaban clara la complejidad de la maniobra que tenían preparada. Iban a someter al Super Heavy a un estrés estructural mucho mayor que en lanzamientos previos para probar diferentes perfiles de aproximación a la superficie.
Starship en la plataforma de lanzamiento
"Super Heavy está diseñado para ser completamente reutilizable de forma rápida, y las futuras generaciones podrán realizar múltiples lanzamientos al día", según recoge SpaceX en una nota publicada antes del ensayo.
"Para lograr este primer re-vuelo, se realizaron inspecciones exhaustivas tras el primer lanzamiento del cohete para evaluar el estado del hardware e identificar dónde se requería mantenimiento o reemplazo".
De hecho, los ingenieros reemplazaron componentes conocidos de un solo uso, como las protecciones térmicas, "pero una gran mayoría del hardware del propulsor" ha vuelto a emplearse para este noveno despegue. Incluidos 29 de los 33 motores Raptor.
El vuelo de hoy tenía previsto realizar "una serie de experimentos destinados a generar datos para mejorar el rendimiento y la fiabilidad de futuros propulsores".
Tampoco en este vuelo han logrado desplegar por primera vez una carga útil. Esta estaba compuesta por varios simuladores de satélites Starlink, pero la compuerta no se ha abierto.
El momento de la Starship
Este noveno ensayo de lanzamiento tenía entre sus objetivos primarios la recolección de información para evaluar el regreso de la Starship al punto de lanzamiento, igual que han hecho en anteriores ocasiones con el propulsor Super Heavy.
"Se ha retirado una cantidad significativa de las placas de protección de Starship para someter a pruebas de estrés las zonas vulnerables del vehículo durante el reingreso", han comentado antes del vuelo.
"Diversas opciones de placas metálicas, incluyendo una con refrigeración activa, permitirán probar materiales alternativos para proteger a la Starship durante el reingreso". Siendo esta parte una de las más castigadas en los dos anteriores lanzamientos y que esta vez parece haber rendido de forma correcta.
El lanzamiento de esta noche ha sido tercero de una nueva generación de Starship que parece no estar obteniendo los resultados esperados. Si bien en este último lanzamiento la nave ha aguantado más tiempo en órbita, ha fallado en aspectos críticos que podrían retrasar la ambición espacial de Elon Musk.
El propio multimillonario tenía previsto dar una rueda de prensa sobre el futuro de la exploración espacial, aplazándolo desde la hora original a después del noveno lanzamiento. Al momento de cierre del artículo, Musk no ha comparecido a pesar de haberlo anunciado.
