Parecen espaguetis, pero tienen 20 veces menos calorías: una cena proteica, barata, rica en fibra y lista en 15 minutos

Con el verano llega la época de las comidas más ligeras... o no. Porque, reconozcámoslo, no a todo el mundo le encanta la idea de sobrevivir tres meses a base de gazpachos y ensaladas.

En COCINILLAS sabemos que no todo el mundo es fanático de las verduras y que, para estas personas, cuando el calor aprieta, las opciones se reducen. Una vez más, la imaginación y los trampantojos pueden ser la solución.

La receta de hoy es ligera, rápida y muy fácil de hacer, saciante por todas las verduras que lleva, muy baja en calorías y, cuando la tienes en el plato, parece que estás ante un suculento plato de pasta que, solo con verlo, abre el apetito.

Calabacín, mejores formas de cocinarlo y las razones por las que debe estar en tu dieta

Parece pasta, pero es calabacín

Si preparamos unos tallarines "3 delicias" cambiando la pasta por calabacín, estamos reduciendo enormemente la cantidad de carbohidratos sin sacrificar volumen ni sensación de saciedad.

Para hacernos una idea, 100 g de pasta aportan unas 380 kcal que proceden casi en su totalidad de carbohidratos refinados, mientras que 100 g de calabacín aportan solo 17 kcal y solo 3 g de carbohidratos.

Gracias a esto, podemos preparar una versión mucho más ligera y fácil de digerir, que es lo que nos suele apetecer en verano, y que también es adecuada para dietas hipocalóricas e hipoglucémicas.

Además, el calabacín aporta fibra, vitamina C y pequeñas cantidades de folatos. Sin ser fuente de ninguno, es una hortaliza que también contiene minerales como potasio, fósforo y magnesio.

Pan de calabacín, una receta rápida, barata y sin complicaciones

La tortilla francesa habitual en esta receta, al igual que los restos de carne asada que se proponen, aporta proteínas de alto valor biológico que son fundamentales en una cena equilibrada ya que proporcionan saciedad sin producir picos de glucosa.

La zanahoria, los guisantes y la cebolleta, aparte de sabor y color, enriquecen aún más el plato aportando vitaminas, minerales y fibra. La zanahoria es rica en beta-carotenos, precursores de la vitamina A, esenciales para la vista.

Saciante y rica en proteínas: la cena baja en calorías que hago en primavera, lista en 20 minutos y sin esfuerzo

Los guisantes aportan proteínas vegetales, fibra soluble y son fuente de minerales como fósforo y potasio y de vitaminas del grupo B (tiamina, niacina y folatos), así como de vitamina C.

Las cebolletas, por su parte, destacan por sus compuestos azufrados con propiedades antioxidantes, flavonoides beneficiosos para la salud cardiovascular y fibra prebiótica que ayuda a mantener la salud intestinal.

¿Cómo adaptar la receta a tu gusto?

Siempre que buscamos cocinar algo rápido, es fundamental disponer de los ingredientes necesarios para hacerlo sin tener que efectuar un gran desplazamiento para conseguirlos.

Como esto no va a suceder siempre, es bueno conocer qué ingredientes se pueden cambiar para aprovechar lo que ya tengamos sin alterar demasiado la esencia del plato.

En la receta de hoy, si no tenemos sobras de carne asada, podemos utilizar pollo, pavo o tofu salteados o cocinados a la plancha, así podemos adaptar el plato incluso a una dieta vegetariana o vegana.

Rica en proteínas y sin ensuciar: una cena deliciosa en solo 15 minutos que también sirve para llevar en el tupper

Si queremos un sabor más intenso, incorporar unas setas, como shiitake o portobello, salteadas a fuego vivo, aportará a la receta un extra de umami y de volumen sin sumar apenas calorías.

Se puede jugar con los vegetales y sustituir las zanahorias por pimiento rojo, o la cebolleta por puerro o los guisantes por judías verdes troceadas. O pueden añadirse todos ellos sin más, para preparar unos tallarines "1000 delicias".

Se puede sustituir la tortilla francesa por un huevo poché o a la plancha, para romperlo sobre el resto de los ingredientes y que la yema envuelva al conjunto aportando cremosidad. O se puede prescindir de la tortilla para una versión vegana.

Los muy amantes de la cocina asiática podemos recurrir a unas gotas de aceite de sésamo y un poco de jengibre rallado para potenciar los sabores orientales de la receta.

Todas estas son formas de personalizar la receta para que satisfaga mejor nuestras necesidades ya sean dietéticas o logísticas, en esos días en los que nos urge hacer limpieza de nevera.