
Algunas tapas y aperitivos populares iStock
Ni aceitunas ni gildas: la tapa de cortesía con más proteínas que un chuletón y buena para bajar el colesterol
En muchos bares de Andalucía y de la costa mediterránea los sirven para picar con las bebidas.
Más información: 5 aperitivos fáciles con los que siempre triunfo cuando voy de invitada a una cena
En muchos bares de España, la tapa de cortesía es una tradición tan arraigada como el vermú de los domingos. Pero para que el servicio sea rápido, hay sitios que optan por acompañar las bebidas con algo sencillo para picar.
Ahí, entre las clásicas aceitunas, las patatillas de bolsa, los quicos y las rejuvenecidas gildas, existe una que, además, es un tesoro nutricional. Famosísima en Andalucía, popular en la costa de Levante y casi desconocida en el resto de España.
Hablamos de los altramuces, también conocidos como chochos, que son las semillas de una planta leguminosa, el lupino. De color amarillo intenso y textura firme, estas "habas" no solo son un aperitivo adictivo, sino también muy saludable.
Más proteínas que la carne
Quizá lo que no todos sepan es que casi el 40 % del peso de los altramuces son proteínas, casi el doble que la carne de ternera, que tiene del orden de 21 g de proteína por cada 100 g según datos de la Fundación Española de la Nutrición.
Los altramuces también tienen más proteínas que otras legumbres y son muy ricos en fibra, que ayuda a mantener la salud intestinal, previene el estreñimiento y genera sensación de saciedad.
Son bajos en grasas saturadas, por lo que su contenido calórico también lo es, por lo que, a diferencia de otros aperitivos, son adecuados para dietas de control de peso.
Aportan minerales como hierro, magnesio, calcio, fósforo, potasio y zinc, que son esenciales para mantener la salud de huesos, músculos y sistema nervioso.
En cuanto a vitaminas, destacan las del grupo B, especialmente la B1.
Un aperitivo contra el colesterol
Además de ser fuente de los nutrientes mencionados en el apartado anterior, hay otra poderosa razón por la que los altramuces son un tesoro vegetal y es que son un arma contra el colesterol LDL, el "malo".
Por un lado, la fibra soluble que contienen, es capaz de atrapar ácidos biliares ricos en colesterol, facilitando su evacuación. Esto obliga al hígado a producir nuevos ácidos, para lo que necesita captar más colesterol que dejará de circular por la sangre.
Por otro, contiene fitosteroles que inhiben la reabsorción del colesterol en el intestino.
Con todo esto, el consumo de proteína de altramuces a diario, podría llegar a reducir el ratio LDL/HDL hasta un 7 % en solo ocho semanas, tal como concluye un estudio realizado en la Universidad de Jena (Alemania).
Ahora bien, aunque exista evidencia científica que avala la capacidad de los altramuces para reducir el colesterol, esto debe contemplarse como algo preventivo y como parte de una dieta saludable.
En ningún caso debe considerarse el consumo de altramuces como un sustituto de ningún tratamiento médico prescrito contra la hipercolesterolemia.
Deben consumirse en conserva
Aunque no lo parezca a juzgar por todas las bondades que prometen, los altramuces crudos son tóxicos, debido a unos compuestos de sabor amargo que deben ser eliminados para que el consumo sea seguro.
Si no se eliminaran, podrían provocar serios problemas digestivos y, en casos extremos, alteraciones cardíacas o neurológicas.
Con el proceso de elaboración de las conservas, que incluye un remojo profundo, cocción y lavados varios, se eliminan los compuestos tóxicos y se consigue el sabor que los caracteriza.
Los altramuces que se toman de aperitivo han perdido el amargor, pero siguen conservando sus beneficiosas propiedades nutricionales.